lunes, 6 de septiembre de 2010

"Rayuela", cap 68.

“Los perfumes, los himnos órficos, las algalias en primera y en segunda acepción… Aquí olés a sardónica. Aquí a crisopracio. Aquí, esperá un poco, aquí es como perejil pero apenas, un pedacito perdido en una piel de gamuza. Aquí empezás a oler a vos misma. Qué raro, verdad, que una mujer no pueda olerse como la huele un hombre. Aquí exactamente. No te muevas, dejame. Olés a jalea real, a miel en un pote de tabaco, a algas aunque sea tópico decirlo. Hay tantas algas, la Maga olía a algas frescas, arrancadas al último vaivén del mar. A la ola misma. Ciertos días el olor a alga se mezclaba con una cadencia más espesa, entonces yo tenía que apelar a la perversidad -pero era una perversidad palatina, entendé, un lujo de bulgaróctono, de senescal rodeado de obediencia nocturna-, para acercar los labios a los suyos, tocar con la lengua esa ligera llama rosa que titilaba rodeada de sombra, y después, como hago ahora con vos, le iba apartando muy despacio los muslos, la tendía un poco de lado y la respiraba interminablemente, sintiendo cómo su mano, sin que yo se lo pidiera, empezaba a desgajarme de mí mismo como la llama empieza a arrancar sus topacios de un papel de diario arrugado. Entonces cesaban los perfumes, maravillosamente cesaban y todo era sabor, mordedura, jugos esenciales que corrían por la boca, la caída en esa sombra, the primeval darkness, el cubo de la rueda de los orígenes. Sí, en el instante de la animalidad más agachada, más cerca de la excreción y sus aparatos indescriptibles, ahí se dibujan las figuras iniciales y finales, ahí en la caverna viscosa de tus alivios cotidianos está temblando Aldebarán, saltan los genes y las constelaciones, todo se resume alfa y omega, coquille, cunt, concha, con, coño, milenio, Armagedón, terramicina, oh callate, no empecés allá arriba tus apariencias despreciables, tus fáciles espejos. Qué silencio tu piel, qué abismos donde ruedan dados de esmeralda, cínifes y fénices y cráteres…” 

y sigue con su voz...http://www.youtube.com/watch?v=c58RLkjA-3U

jueves, 19 de agosto de 2010

domingo, 8 de agosto de 2010

jueves, 29 de julio de 2010

Amor romántico o Comezón Neural Intolerable?

La antropóloga Helen Fisher aborda el delicado tema del amor explicando su evolución, sus fundamentos bioquímicos y su importancia social. Concluye su charla con una advertencia sobre el desastroso potencial inherente en el abuso de antidepresivos.
 
 
(Abajo está opción de subtitulos)

Aquí una página con la que vale la pena hacer maratón: http://www.ted.com/

miércoles, 28 de julio de 2010

Ley del Matrimonio Igualitario

Entre las voces a favor, la senadora Nacional por la provincia de Jujuy, Liliana Fellner subrayó “de lo que se habla es del derecho fundamental (que tienen) como personas a la igualdad”, que es “un derecho consagrado en nuestra Constitución” y aclaró que las familias diversas son “algo que existe hoy y va a seguir existiendo se vote o no la ley de matrimonio igualitario”.

http://www.argentina.ar/_es/pais/C2621-ley-de-matrimonio-gay.php

 http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-145226-2010-05-06.html

y aqui la modificación de la ley:

http://www.acym.cl/LeyMatrimonio.htm

domingo, 11 de julio de 2010

House of Fools

Esta película es exquisita!
La locura, la guerra. Una instituciòn de contención y aislamiento. La rebelión, el vuelo lejos del cuerpo y de las fronteras fìsicas. Los que están listos para salir y vivir y los que se encierran en muros de miedos y cobardías. 
Y la música...

Basada en un hecho real "La casa de los engaños" transcurre en un manicomio que en 1996 fue invadido por soldados, primero chechenos y luego rusos. 


trailer

martes, 6 de julio de 2010

Síndrome

El director de cortometrajes Diego Adrián de Llano pasó al teatro y estrenó su obra Síndrome. Allí, un matrimonio expone la tragedia de 20 años de convivencia. El espectáculo sorprende por el uso del humor y por su crueldad.

lunes, 28 de junio de 2010

El columpio

Un encuentro casual de dos jóvenes en una estación de metro da lugar a una historia de amor. ¿Será ella la mujer de sus sueños? ¿Será él el hombre de su vida? ¿Tiene el tiempo freno y marcha atrás?
Corto dirigido por Álvaro Fernández Armero que gano el goya en 1993. Los actores son Coque Malla y Ariadna Gil.

http://www.youtube.com/watch?v=ZoEOXu1_hy4&feature=related

domingo, 27 de junio de 2010

Primer beso

Siete de la tarde del viernes, ella piensa en las posibilidades de esa noche. Aparece cierta espectativa en su estómago, alguna pequeña contracción gástrica que con un suspiro profundo y un pensamiento negativo, metálico y cerebral, desecha. No se depila determinando desde las siete y cinco del viernes la certeza de otra madrugada de sábado en la que volverá sola a su casa con los pies fríos, el estómago revuelto por la cerveza y lleno por algún pancho al paso.
Diez de la noche pasa a buscar a una amiga por el trabajo y van juntas al evento, no saben bien de que se trata, se llama "BESUQUIAME MUCHIO" y van porque se los pidió una amiga por lo que la suposición de las siete y cinco se hace cada vez más corpórea. Seguramente tomarán un par de cervezas en el lugar, fumarán un atado de cigarrillos entre las dos y cambiarán de bar como quién cambia el lugar de planchado.
Diez y veinte, llegan al lugar, se les une otra amiga. El ambiente estaba relajado pero había algo raro en algunas personas que daban más a personajes o a caricaturas.
La música estaba bien, y la conversación fluía  entre las tres mujeres de treinta años que con la primer cerveza y unas empanadas comenzaban a sacar las primeras risas, aún un poco contenidas.
En una de las mesas, directo a donde estaba sentada una de las tres chicas, una mujer, sentada, pasados los cuarenta años, comienza a hablar más alto del volumen estándar para conversar. No se le entendía bien y a juzgar por el estado de sus movimientos torpes no era el primer vaso con vino que tomaba. La que estaba directamente en dirección visual a la mujer le prestó atención, pues en algún punto se vio identificada cuando le pasaran algunos años más, sintió frío y su cara se puso seria. Lo que decía la mujer era triste; hablaba como si esperara a alguien que no llegó esa noche, pero tampoco la noche anterior, hablaba con una melodía cortada y triste, hablaba de las palabras que dijo el ausente, las que le dedicó. Las palabras se corporizaban frente a ella saliendo de su boca en notas, en fragmentos de tangos conocidos hasta que el ausente se hizo presente en la ultima canción en la que se llevó el corazón de la mujer y su sobriedad y su juventud, dejándola ebria en una silla, en una mesa de un bar con la única compañía del vaso y del vino. Se durmió sobre la mesa. La atención de la treintañera que la miraba volvió a sus compañeras.
Una pareja muy bien vestida pasó por al lado de las chicas dejando una estela de perfumes importados. Se sentaron en otra mesa.
Un hombre solo se paseaba con un vaso en la mano y como quien no quiere la cosa haciendo un relevamiento de las hembras aptas.
Una mujer pintada para  llamar la atención del macho dominante o disponible se paseaba exhibiendo sus méritos naturales realzados por artilugios dispuestos para la actividad de buscar pareja para el apareamiento, o mejorar su situación económica.
El hombre del vaso asienta su mirada sobre la mujer de la pareja bien vestida, el hombre de la pareja reacciona a esa mirada con un golpe en la mesa mirando a su mujer con odio, la toma del brazo y sube el tono, las tres chicas de treinta no pueden oír bien que dice porque la música está alta. pero las tres coinciden que el marido ejerce no solo una violencia psicológica sobre su mujer si no también física, por suerte no pasa a mayores. Las tres también coinciden en lo bien que están sin pareja, al menos sin una pareja así.
Transitando la tercer década de vida, cada una de ellas arma y desarma dentro suyo a un Frankenstein con las mejores partes de sus mejores amantes y deseos. Suspiran en una pausa pensando en sus queridos Franks y piden otra cerveza.
 Ya  las risas están sueltas, no tienen una mano masculina que les apriete el cuello pero tampoco una que les acaricie la espalda así que se ríen de esta presencia ausencia y relatan con nombre y algunos datos falsos las últimas novedades de los tipos desmembrados que han pasado en los últimos días por sus vidas y de los que solo pudieron rescatar alguna parte para añadir a sus Franks. Están cómodas, entre ellas la pasan bien, no esperan nada de esa noche así que no hay ansiedades, disfrutan.
Una se pone a mirar  a un chico, no les dice nada a sus compañeras porque no está segura si lo que ve es lo que produce su imaginación con la visión corrompida por la poca luz y los vapores del alcohol. El chico habla con alguien, ella por momentos ve a ese  alguien, parece ser una mujer mayor, pero no es claro, por momentos es una sombra borrosa, por momentos tiene mas presencia, el chico de unos 25 años habla. Habla cada vez más perturbado como si la conversación con ese alguien, con esa sombra, con esa vieja mujer, se tornara turbia y lo enajena. La chica siente la tensión pero no dice nada, apenas puede moverse, cree oír la voz de la mujer, pero ahora no ve más que al chico de 25. Piensa que es lindo, que podría rescatar algo de él para su engendro interno, pero la sombra la asusta, decide no mirarlo más, vuelve la atención a la conversación de sus amigas y les propone cambiar de bar. Aceptan, el lugar ya se volvió espeso.
Se ponen los abrigos, una va al baño, las otras esperan. La espera se hace larga, como grupo de mujeres unidas van a rescatar a su compañera, la ven, hablando con un chico, deciden no acercarse y aguardar a una distancia prudente. La perdida vuelva al grupo, el chico le interesó quizás más de lo que hubiese querido, pero no estaba depilada. Sale primero. Afuera comenta a sus amigas que a las siete de la tarde de ese día mató el primer beso con el chico que más se acercaba, al menos en primer impresión, al Frankenstein de su cabeza.

Y algo así transitamos el Primer BESUQUIAME MUCHIO.
Gracias a los artistas que participaron: Cecilia Alvarez, Mercedes Osta, Margarita Keudell, Osmar Cabrera, Martìn Cittadino.

Gracias tambien a los anónimos presentes y a las historias que quisieron contarse.

miércoles, 23 de junio de 2010

Hierro 3

La casa vacía
«Salgo de mi casa. Mientras estoy fuera, alguien entra en mi casa vacía y se instala en ella. Come la comida de mi frigorífico, duerme en mi cama, mira mi televisor. Quizá porque se siente culpable, arregla mi despertador roto, lava la ropa, lo ordena todo y luego desaparece. Como si nadie hubiera estado allí…
Un día entro en una casa vacía. Parece que nunca haya estado nadie, así que me desnudo, me baño, preparo la comida, lavo la ropa, arreglo una báscula de baño y juego al golf en el jardín de la casa. En la casa hay una mujer desanimada, asustada y herida, que no sale nunca y que llora. Le muestro mi soledad. Nos entendemos sin decir ni una palabra, nos vamos sin decir ni una palabra.
Mientras elegimos una casa en que vivir, nos sentimos cada vez más libres. En el momento en que parece que nuestra sed de libertad se ha aplacado, nos quedamos atrapados en una casa oscura. Uno de los dos se queda en una casa hecha de nostalgia. El otro aprende a convertirse en un fantasma para esconderse en el mundo de la nostalgia.
Ahora que soy un fantasma, ya no siento deseos de buscar una casa vacía. Ahora me siento libre de ir a la casa en la que vive mi amada y besarla. Nadie sabe que estoy allí. Excepto la persona que me espera… Siempre llega alguien para la persona que espera… Llega, seguro… hasta para la persona que espera…
Este día del año 2004, alguien abrirá el candado que bloquea mi puerta y me liberará. Confiaré ciegamente en esa persona y la seguiré a donde sea sin que me importe lo que pueda suceder… Hacia un nuevo destino…
Es difícil saber si el mundo en que vivimos es sueño o realidad.»
Kim Ki-duk


Les dejo el link de la peli online:
http://www.dospuntocerovision.com/2008/10/hierro-3.html

martes, 22 de junio de 2010

Fragmentos de un discurso amoroso. Roland Barthes

La ausencia amorosa va solamente en un sentido y no puede suponerse sino a partir de quien se queda -y no de quien parte-: yo, siempre presente, no se constituye más que ante , siempre ausente.
A veces ocurre que soporto bien la ausencia. Estoy entonces "normal": me ajusto a la manera en que "todo el mundo" soporta la partida de una "persona querida"; obedezco con eficacia al adiestramiento por el cual se me ha dado muy temprano el hábito de estar separado de mi madre. Actúo como un sujeto bien destetado; sé alimentarme, mientras espero. Si se soporta bien esta ausencia, no es más que el olvido. Soy irregularmente infiel. Es la condición de mi supervivencia; si no olvidara, moriría. El enamorado que no olvida a veces, muere por exceso, fatiga y tensión de memorias.
Muy pronto desperté de este olvido. Apresuradamente, puse en su lugar una memoria, un desasosiego. En la ausencia amorosa, soy, tristemente, una imagen desapegada que se seca, se amarillea, se encoge.
¿El deseo no es siempre el mismo, esté presente o ausente el objeto? ¿El objeto no está siempre ausente? No es la misma languidez: hay dos palabras: Pothos, para el deseo del ser ausente, e Himeros, más palpitante, para el deso del ser presente.
Dirijo sin cesar al ausente el discurso de su ausencia; situación en suma inaudita; el otro está ausente como referente, presente como alocutor. De esta distosión singular, nace una suerte de rpesente insostenible; estoy atrapado entre dos tiempos, el tiempo de la referencia y el tiempo de la alocución: has partido (de ello me quejo), estás ahí (puesto que me dirijo a tí). Sé entonces lo que es el presente, ese tiempo difícil: un mero fragmento de angustia.
La ausencia dura, me es necesario soportarla. Voy pues a manipularla: transformar la distorsión del tiempo en vaivén, producir ritmo, abrir la escena del lenguaje. La ausencia se convierte en una práctica activa, en un ajetreo (que me impide hacer cualquier otra cosa); en él se crea una ficción de múltiples funciones (dudas, reproches, deseos, melancolías). Esta escenificación lingüística aleja la muerte del otro: un momento muy breve, digamos, separa el tiempo en que el niño cree todavía a su madre ausente y aquél en que la cree ya muerta. Manipular la ausencia es aplazar este momento, retardar tanto tiempo como sea posible el instante en que el otro podría caer descarnadamente de la ausencia a la muerte.

lunes, 21 de junio de 2010

Inauguraciòn!


Este viernes, 25 de Junio, a las 21 hs! en el Centro Cultural "la Bicicleta", inauguramos el ya famoso BESUQUIAME MUCHIO.

Fotos de Jan Saudek

http://www.saudek.com/en/jan/uvod.html